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El 5 de marzo de 1997 se inauguró de forma oficial la Escuela Taurina de Castellón, impulsada por el entonces presidente de la Diputación y gran aficionado, Carlos Fabra. El acto de presentación tuvo lugar en el ruedo de la plaza de toros días antes del inicio de la Feria de la Magdalena y supuso el primer paso de una institución que ha sido vivero de muchos toreros. Por ella han pasado profesores como Rufino Milián, Juan Manuel Cordones, Soler Lázaro y Varea, que fue a su vez alumno de esta Escuela. Y es que muchos son los que dieron sus primeros pasos en este centro y acabaron convirtiéndose en matadores de toros: Paco Ramos, Abel Valls, Diego Lleonart, Vicente Prades, Alejandro Rodríguez, el propio Varea y Vicente Soler. En este centro se forman aquellos jóvenes que quieren ser toreros. Aquí toman sus primeros contactos con los capotes y las muletas, adquiriendo sus primeros conocimientos teóricos sobre el arte de torear. Una destreza que luego aplicarán en la práctica, primero en los tentaderos y posteriormente en la plaza con las novilladas sin picadores.
Además de enseñar a torear, la Escuela forja a grandes aficionados y lo más importante, en ella se adquieren grandes valores de la vida como el respeto, el sacrificio, el compañerismo, la capacidad de superación o la humildad.

 

Capote de brega de Carlos Fabra, impulsor de la Escuela, firmado por el genial artista Ripollés, que siempre mostró su apoyo al toreo y a aquellos jóvenes de la tierra que daban sus primeros pasos en este arte.

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